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Intervención del Canciller Almeyda en la Conferencia de Argel.

Paz Fernandez

Viernes 7 de septiembre de 1973

ARGEL 7 (EFE).- América Latina marcha hacia su definitiva liberación, afirmó hoy el Ministro de Relaciones Exteriores de Chile en la Conferencia de No Alienados. Clodomiro Almeyda proclamó el respaldo de Chile a las reclamaciones Argentinas sobre las Malvinas a la lucha de la revolución panameña por la recuperación total del canal y a los esfuerzos del Gobierno peruano por construir una nueva sociedad.

Exaltó la experiencia relevante y promisoria del Pacto Andino, reclamó la transformación radical que las relaciones económicas internacionales y exhortó a unirse para combatir al colonialismo disfrazado que simulando reconocer la independencia amplía y profundiza su dominación.

Particular interés reviste para Chile la erradicación definitiva del colonialismo en América Latina. Por eso apoyamos la reivindicación de las Malvinas por nuestros hermanos argentinos y nos felicitamos de que las Naciones Unidas hayan iniciado la consideración de la irritante situación de Puerto Rico. Por eso condenamos también la cerrada obstinación francesa en proseguir sus pruebas nucleares en el Pacífico Sur con un desprecio por los intereses y deseos de los pueblos caribeños de ese mar que ven en esta actitud la persistencia de una típica mentalidad colonialista.

En el contexto América Latina marcha hacia su propio destino. Sus pueblos están despertando, cada día son más los que se comprenden las causas reales de nuestro subdesarrollo y se hace más evidente que todos enfrentamos finalmente los mismos problemas y los mismos enemigos. La conciencia de que el subdesarrollo lo vivimos nosotros, pero viene de fuera, y que las riquezas las producimos en nuestro suelo pero se van hacia afuera, está impulsando en nuestra América una revolución conceptual de históricas proporciones. Los valores y categorías tradicionales son cuestionados violentamente a través de múltiples caminos y formas.

Dentro del objetivo fundamental de los países No Alienados de romper el injusto orden internacional que ha condenado a los dos tercios de la humanidad a  la dependencia y al atraso, la lucha por la transformación radical de la estructura de relaciones económicas  internacionales tiene una importancia trascendental. Injusto sería no reconocer que insinúan cambios promisorios en la conducta de algunas naciones occidentales medianas y pequeñas que con el apoyo de sus pueblos están comprendiendo de manera cada día más acentuada que la responsabilidad frente al gravísimo problema del subdesarrollo es de carácter universal y que superarlo constituye uno de los elementos básicos para mantener y perfeccionar las condiciones de paz en el mundo. Sin pretender hacer una lista exhaustiva de esta evolución favorable, que desgraciadamente no influye todavía como para alterar el negativo cuadro general, quisiera singularizar a Holanda, los Países Escandinavos, Bélgica, España y Nueva Zelanda. El mundo se encuentra hoy frente a una disyuntiva histórica o es capaz de concebir fórmulas que permitan regular y controlar en términos reales u no jurídicos formales el poder de estas corporaciones o nos podemos ver enfrentados a una situación donde sólo corporaciones transnacionales manejen invisiblemente las decisiones económicas y políticas más importantes del sistema internacional. Por eso debemos crear conciencia en todas partes y a todo nivel sobre este peligro.

Reafirmamos pues en esta oportunidad nuestra inflexible posición anti-imperialista.

Después de haber experimentado en carne propia las agresiones de las nuevas formas que ha tomado este flagelo no escatimaremos esfuerzos por contribuir a la unidad de todas las fuerzas progresistas del mundo, los pueblos dependientes que pugnan por liberarse, las naciones socialistas y el movimiento obrero internacional, para enfrentar en conjunto al imperialismo y derrotarlo y abrir así la senda hacia un mundo más justo y más humano.