El Papa Francisco nos está acostumbrando a recibir postales inolvidables de su pontificado y este Viernes Santo bien podría sumar otras tres.
Es que hoy en Roma Papa Francisco, durante el rito de la Pasión de Cristo, el primero de su pontificado, se tendió en el piso de la basílica de San Pedro comenzó para orar por varios minutos.
La Liturgia del Viernes Santo es la única del año en la que no hay consagración, pero sí comunión.
La Pasión de Cristo es cantada por tres diáconos, con la ayuda del Coro de la Capilla Sixtina.
El sillón del papa está colocado frente a la imagen de San Pedro, a pocos metros del Altar Mayor.
El templo luce apenas iluminado, para simbolizar el clima de penitencia de la celebración.