Un impactante accidente conmocionó al mundo del automovilismo este fin de semana en Estados Unidos.
Durante el Gran Premio de Houston, carrera correspondiente a la serie norteamericana IndyCar, el auto del piloto Darío Franchitti se hizo añicos al estrellarse con el alambrado.
El bólido voló por los aires y prácticamente se desintegró, lo que acusó temor entre los asistentes, y aunque el corredor escocés sufrió serias lesiones, se encuentra fuera de peligro.
Franchitti tuvo conmoción cerebral y quedó con dos vértebras y su tobillo derecho fracturados, mientras que 13 espectadores y un auxiliar también se vieron heridos por el accidente.
El incidente ocurrió cuando el vehículo conducido por el japonés Takuma Sato colisionó con el de Franchitti, lo que derivó en una de las imágenes más fuertes del fin de semana deportivo.