Juan Antonio Pizzi, ahora confirmado DT de la Roja, dirigió durante más de dos años en el fútbol nacional, donde tuvo algunos momentos memorables.
Sin embargo, hubo uno de ellos que protagonizó, indirectamente, que pasó a la historia del balompié criollo, siendo uno de los hechos más insólitos que se han visto en nuestras canchas.
En el Clausura 2009, el ex jugador del Barcelona dirigía a Santiago Morning, cuadro que se encontraba disputando el duelo de vuelta de los cuartos de final del certamen ante Audax Italiano.
Los autobuseros se habían impuesto 4-2 en la ida, pero se encontraban perdiendo 2-0 en La Florida, por lo que estaban quedándose fuera de los playoffs, hasta que Pizzi realizó una arriesgada maniobra táctica que le terminó dando resultados.
En el segundo tiempo, el DT mandó a la cancha al portero Víctor Loyola, pero no al arco sino como delantero, buscando aprovechar que éste tenía experiencia jugando en el ataque y contaba con un buen rechace.
Pese a la incredulidad de hinchas y periodistas, el partido le dio la razón al argentino, ya que, cuando se jugaba el último minuto de descuento, Loyola cabeceó una pelota en el área que resultó inatajable para Johnny Herrera (por entonces arquero de Audax), realizando increíble y agónicamente el gol que le dio la clasificación a semifinales al cuadro de Pizzi.
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