Impacto causó en la Copa América Centenario la imagen del técnico de la selección uruguaya, Óscar Washington Tabárez, desplazándose en la cancha abordo de un carro eléctrico.
En un primer momento medios uruguayos aseguraban que el "Maestro" padecía el síndrome Guillain-Barré, un trastorno neurológico que afecta el sistema nervioso periférico, produciendo debilidad en las piernas, los brazos y el tronco.
Sin embargo el propio entrenador, en diálogo con Ovación, desmintió tal información y reconoció que padece una neuropatía crónica que consiste en una hinchazón e irritación de los nervios que lleva a la pérdida de la fuerza o de la sensibilidad.
“Hay días que son mejores que otros. Hay días en donde me puedo desplazar por mis propios medios y otros no. Igual, nada cambia mi trabajo, ni el trato con los jugadores”, explicó Tabárez.
Respecto a su continuidad en el cargo de seleccionador de Uruguay sostuvo: "Yo voy a seguir... Bueno, al menos hasta que los resultados digan lo contrario. Uno es entrenador y sabe que está expuesto a los resultados".
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