Atlético Madrid se puso por delante en la ida de las semifinales de la Champions League gracias a una verdadera "joya".
Solo se habían disputado 11 minutos del encuentro ante el Bayern Múnich cuando el Vicente Calderón "explotó" al ver el brillante tanto de Saúl Ñíguez.
El joven volante colchonero tomó la pelota en tres cuartos de cancha, superó a cuanto rival se le cruzó y definió con un zurdazo que se pegó al palo más lejano del portero, marcando así uno de los goles más bonitos de la presente edición de la Champions.