Un nuevo episodio de violencia registró una competencia de fútbol en el continente y una vez más equipos brasileños y argentinos se vieron involucrados (Revisa la historia de la final de la Copa Sudamericana).
En partido válido por la Copa Libertadores, se enfrentó el Atlético Mineiro frente al Arsenal de Sarandí argentino.
El equipo de Ronaldinho venció por 5-2 en el partido disputado en Belo Horizonte, pero el resultado quedó en anécdota luego de lo que ocurrió al final del partido, cuando los jugadores visitantes se enfrentaron violentamente con la policía local.
Las autoridades informaron que al menos cuatro jugadores resultaron detenidos y que probablemente serán acusados formalmente de atacar a puñetazos y patadas a los policías.
El enfrentamiento nació luego de que los trasandinos encararan al juez del partido una vez finalizado el compromiso disputado en el estadio Independencia. La fuerzas policiales ingresaron al terreno de juego para proteger al árbitro y en ese momento se desató la batahola.
"Los agentes estaban en condiciones de proporcionar seguridad a los jugadores visitantes para que pudieran ir a los vestuarios, pero inexplicablemente ellos atacaron a los agentes de nuevo mientras salían del campo", dijo Romualdo, agente encargado de la seguridad.
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"No se trata de los deportes. Cuando se viola nuestra ley, obviamente tenemos que tomar medidas", agregó.
En lo estrictamente deportivo, destacó el desempeño de Ronaldinho, que anotó dos goles en el triunfo del equipo brasileño, que hasta la fecha ha ganado sus cinco partidos del certamen internacional.