Desde hace unos años que Iker Casillas no está en su mejor nivel, hecho por el que tuvo que dejar el Real Madrid y recalar en el Porto.
Pese a algunos partidos donde tuvo más de un problema, el ex arquero merengue volvió a demostrar que todavía sigue teniendo algo de los reflejos que lo llevaron a ser considerado el mejor del mundo en su puesto por algunos años.
El español de 34 años se lució con varias atajadas en el triunfo de su equipo sobre el Benfica por 2-1, teniendo intervenciones que recordaron su mejor versión.
Finalmente, las atajadas fueron fundamentales para que su equipo recortara distancias en la lucha por el título, quedando ahora en la tercera posición, a solo tres puntos de lo más alto.