Los escándalos extrafutbolísticos que rodean el entorno de la Selección Nacional se suscitan uno tras otro con el tiempo. El "Dublinazo" (2006); "Puerto Ordazo" (2007); "Tavelli" (2011) y el bullado "Bautizazo" (2011) han mermado en cierta medida las actuaciones de la "Roja". Cuando parece que la calma retorna en las concentraciones del combinado nacional, un nuevo hecho que nada tiene que ver con lo que ocurre dentro de un terreno de juego cobra relevancia nacional.
El último de estos incidentes lo protagonizó Gary Medel y Eduardo Vargas quienes en su día libre, fueron sorprendidos hasta altas horas de la madrugada en una discoteque de Vitacura. ¿El resultado? Ambos jugadores apartados del plantel de cara al trascendental duelo clasificatorio ante Venezuela de este sábado.
Llama la atención que estos episodios ocurran cuando los jugadores se encuentran en Chile o con la Selección Nacional en algún lugar del mundo. Rápidamente surge la duda: ¿Por qué estos episodios no se dan —o no se conocen públicamente— en los clubes en los que militan estos jugadores?
La respuesta viene desde primera fuente: Los grandes clubes europeos cuentan con personal que se preocupa exclusivamente, de la vida extrafutbolística de los jugadores. Los siguen después de los entrenamientos, frecuentan los mismos lugares que ellos e incluso los llaman a sus casa para monitorear si es que se encuentran ahí a determinada hora. Así lo confirma Beatriz Pino, periodista deportiva de TeleMadrid para 24Horas.cl.
"Depende de cada equipo, es un código interno. Por ejemplo el Real Madrid tuvo una persona en su momento, que aún lo mantiene, que hacía un seguimiento a los jugadores tras los entrenamientos o después de ir a una comida", inicia la profesional.
"Con el Barcelona ocurre lo mismo: una persona que se encarga de los jugadores en todo momento después de dejar las instalaciones del club. Guardiola tenía a un hombre que se preocupaba por eso, que los llamaba también", prosigue.
Además de asegurar que este es un trabajo que se da en los clubes grandes de España, comenta que "siempre ha sido así, es un trabajo habitual". Sin embargo lo que sorprende es que realmente funciona para controlar a los jugadores.
"Esta medida claramente ha dado resultados y queda clarísimo cuando ocurre un acto de indisciplina en los clubes ya que por ejemplo si un jugador del once inicial se queda sorpresivamente en la banca o no va a la citación es porque algo ocurrió internamente. Pero sí, ha funcionado y está en manifiesto", sentencia.
Beatriz Pino atañe este comportamiento a muchos factores, pero el que más destaca es la repentina fama que adquieren los jugadores a nivel nacional y mundial, además de un aumento considerable en su capital monetario.
"(Este tipo de problemas) Pasa ya que muchos de estos jugadores son muy jóvenes. Tienen 20, 21 ó 22 años y de pronto se encuentran con muchísimo dinero, fama mundial, mujeres… es complicado contener todas esas variables, pero simplemente las tienen que acatar: defienden a un club", asegura.
"Estos hechos son complicados debido a que jugadores defienden a un club, una camiseta, una marca. Son el ejemplo de muchas personas. Por la repercusión mediática que tienen deben ser los primeros en dar el ejemplo, representan a mucha gente, representan al club, son el reflejo de un equipo ante el mundo", continúa.
Al cierre, Pino comenta que en España también tienen su propio "Bautizazo". Ocurrió en 2002 cuando varios jugadores del Barcelona, en la previa de un duelo ante el Rayo Vallecano, fueron sorprendidos con varias mujeres en la habitación. Desde aquel episodio es que no ocurre un hecho tan significativo como los que se suelen suscitar con los jugadores nacionales en Chile. Precisamente, el año coincide con la implementación de los clubes grandes de los "guardias" que no les quitan nunca un ojo a los jugadores.