La Federación Holandesa de Fútbol aplicó drásticas sanciones contra los cinco jóvenes involucrados en el asesinato a golpes del árbitro asistente Richard Nieuwenhuizen en 2012.
Cuatro de los protagonistas fueron condenados a una expulsión de por vida de toda competición, mientras que un quinto, quien reconoció su responsabilidad en la acción y mostró arrepentimiento, recibió cinco años.
Todos ya habían sido condenados por la justicia ordinaria en 2013 a dos años de prisión cuando sus edades estaban entre los 15 y 17 años.
"Este trágico incidente quedará para siempre como parte del fútbol holandés, trabajemos para que algo así nunca vuelva a suceder", expuso la entidad en un comunicado.
El incidente se registró en el partido en que Buitenboys B3 recibió al B1 de Nieuw-Sloten por la liga joven y que terminó con los jugadores visitantes propinando una patada en la cabeza y tres en el abdomen a Nieuwenhuizen.
Uno de los padres de los futbolistas también participó en la pelea y fue condenado por la justicia a seis años de prisión.
Foto: Reuters