El argentino volante del Valencia español, Éver Banega, debe ser por estos días el jugador de fútbol con más mala suerte del mundo. A una serie de eventos desafortunados, se suma el de este lunes, donde Banega debió contemplar la casi total destrucción de su 'joyita' producto del fuego.
Se trata de un nada de módico Ferrari 458 Italia, que al parecer estaba recién comprado por el volante y quedó reducido a cenizas en las afueras de la ciudad deportiva del Valencia FC. Banega salió ileso de las llamas que comenzaron de manera sorpresiva desde el vehículo, pero el fuego incluso destruyó unos matorrales cercanos.
El jugador dio aviso en las oficinas del club para que le ayudaran pero ya era tarde, cuando lograron apagar el fuego, el hermoso Ferrari rojo, ya estaba de color gris.
El antes
El después
Banega autoatropello
En febrero de este año el ex jugador de Boca Juniors ya había protagonizado un insólito hecho. Al estar cargando combustible con su Audi R8, olvidó poner el freno de mano, por lo que el vehículo avanzó sin que Banega pudiera detenerlo.
Esta acción le significó ser atropellado por su propio automóvil, causándole lesiones en su tibia y peroné, lo que lo mantuvo fuera de las canchas por seis meses, de las que aún no se recupera completamente.