Continúa la polémica por la pelea que se desató tras el clásico de Manchester, donde el técnico José Mourinho y al menos veinte jugadores se enfrentaron, y donde Mikel Arteta terminó con un corte arriba del ojo tras recibir un botellazo.
Según informó la prensa inglesa, todo habría comenzado luego de que Mourinho se acercara al vestuario del City para reclamarle a los jugadores por celebraciones "excesivas". Sin embargo, esto fue descartado por Pep Guardiola. El DT de los "citizens" aseguró que las celebraciones fueron normales y que es algo que él le exige a sus jugadores. "¡Habíamos ganado un derbi!", señaló.
"No voy a dar detalles (de la pelea). Lo único que podemos decir es que el partido fue como tenía que ser, en un gran escenario, todos lucharon por ganar el partido e incluso pudimos empatar de no ser por la parada de Ederson. Al final, todos se dieron la mano. Las imágenes hablan por sí solas. Unos jugadores fueron a celebrar con los aficionados, como es normal. Y fuimos al vestuario", agregó.
"Yo le pido a mis jugadores que celebren las victorias. Exijo que estén contentos. Cuando perdemos, tenemos que aceptarlo. Cuando ganamos, hay que celebrarlo. Contra el Nápoles también celebramos que fuimos primeros de grupo. Estábamos felices. Habíamos ganado un derbi, el mayor rival de nuestro equipo. ¡Claro que lo celebramos! Todos los que ganan derbis están felices. Nos abrazamos y saltamos porque estábamos felices. Pero siempre respetamos al rival. Espero que no vuelva a ocurrir. Habrá un comunicado del club y la Federación inglesa conocerá nuestra versión", añadió.
Respecto a si se excedieron en las celebraciones, Guardiola dijo que "definitivamente no. Créanme. Fue igual que contra el Southampton, y ahí marcamos en el minuto 96. ¡Era un derbi!".