Con el debate en la portería resuelto (Ancelotti eligió nuevamente a Diego López por sobre Casillas), el Real Madrid buscaba reafirmar su juego y su liderato en casa, en la tercera fecha del campeonato nacional en España.
El invitado en el Santiago Bernabéu era el Athletic de Bilbao, que asistió, casi como un espectador más, al nacimiento de un nuevo ídolo blanco.
Isco Alarcón, el genial volante que lideraba el Málaga de Pellegrini, se ha convertido en el máximo referente del conjunto que ahora dirige Carlo Ancelotti. Por encima, incluso, de Cristiano Ronaldo.
Isco se erigió como la figura del encuentro y lideró, con dos goles, la victoria final del Madrid por 3 a 1 ante el Athletic.
El jovencísimo futbolista dejó en la banca a Özil, y apareció en los peores momentos del conjunto merengue. Él fue el encargado de abrir la cuenta, cuando el público comenzaba a recriminar a su equipo el mal inicio de encuentro.
Luka Modric, la otra gran figura del choque, se convirtió en el timón de las acciones merengues, que culminaba el ex malaguista o, en su defecto, Cristiano Ronaldo.
El portugués se estrenó en Liga anotando el segundo tanto de cabeza, tras un preciso saque del croata. Minutos después, de nuevo Isco, de potente disparo, cerraba la cuenta del Madrid, convirtiéndose en el máximo goleador blanco de la temporada.
Ibai Gómez descontó para los vascos, a minutos del final, mientras que el estadio ovacionaba a Isco y a Modric tras su gran exhibición.