La igualdad parcial conseguida por el Guangzhou Evergrande ante el América durante el Mundial de Clubes descontroló al elenco mexicano.
Tanto fue así que dos de sus jugadores se pelearon luego que la escuadra china convirtiera el 1-1 a diez minutos del final.
Mientras los pupilos de Luiz Felipe Scolari festejaban Darwin Quintero propinó un cabezazo a Rubens Sambuenza.
Para que el incidente no pasara a mayores, otro compañero de equipo intervino.
La imagen fue casi tan protagonista como el resultado que cambió el panorama esperado respecto al rival del Barcelona en semifinales.