La Copa Libertadores es el símil americano de la Champions League, aunque la situación que vivió Leonardo Burián este jueves es una clara evidencia de diferencias entre los dos torneos.
Este portero de Montevideo Wanderers se aprontaba a disputar el duelo de vuelta ante Racing Club en Argentina, pero, al ingresar al campo de juego, se dio cuenta que su indumentaria era muy parecida a la de su rival.
Es por eso que el arquero debió improvisar una vestimenta para disputar el compromiso y no confundirse con los albicelestes, usando una polera sin número.
No obstante, esto debió ser solucionado y, en plena cancha, le pegaron una cinta negra adhesiva en la espalda que simulaba ser un número uno para poder identificarlo.
Además de ser un hecho curioso que llamó la atención en Europa, el precario dorsal se transformó en un problema, ya que se despegaba permanentemente, en una escena no muy propia del fútbol profesional.
Aquí la imperdible imagen: