Mauricio Pinilla hoy vive un dulce presente en Italia.
El delantero del Genoa logró sobreponerse a una serie de lesiones y a su inmadurez que pusieron en jaque a su carrera deportiva. El jugador en una entrevista con un medio italiano reconoció que él pudo haber llegado mucho más lejos.
"Era el año 2003, me compraron y me mandaron a préstamo. Así pasé muchos años, yo era un niño. Tenía la mentalidad equivocada y escapé a la menor dificultad. Ahora me arrepiento un poco, si yo hubiese estado más centrado y profesional, podría haber hecho otra carrera", dijo en entrevista a La Gazzeta dello Sport.
El artillero pasó por múltiples clubes en Europa, pero su renacer recién llegó en 2006 cuando recaló en el Grosseto de la Serie B de Italia.
"A partir de 2006 tuve varios problemas físicos, de hecho, estuve dos años sin jugar, así que para impulsar mi carrera elegí Grosseto. Yo quería volver a Italia, me gusta estar aquí y quería mostrar que estaba vigente y que todavía tenía mucho que dar. Eran tiempos difíciles", reconoce.
El jugador con el tiempo se fue ganando el cariño de la hinchada gracias a su capacidad goleadora. Este impulso le hizo recuperar la confianza y poner metas en su carrera.
"Después de dos años me las arreglé para volver a mi nivel. Desafortunadamente no alcanzamos los play-offs y en marzo me rompí el menisco. Hice 24 goles en 24 partidos", reflexiona.
SU PASIÓN POR LOS TATUAJES
10 - EL TRAVESAÑO
Brasil sufría como nunca en su partido contra Chile por los octavos de final, y a los 119 minutos de juego el delantero de La Roja, Mauricio Pinilla, sacó un tremendo remate que dio en el travesaño.
La sesión de hoy del gran @pinigol51 pic.twitter.com/r58kOfW0mu
— TATTOO ROCKERS (@tattoorockers) July 1, 2014Días después, Pinilla decidió tatuar en su espalda el instante en que falló un decisivo remate, frustrando las aspiraciones de vencer al pentacampeón del mundo.
"Quería hacer el tatuaje de la hermosa experiencia. Y la mejor manera era con ese travesaño que pasó a la historia. Por supuesto, ahora queda poco espacio, me voy a tener que conformar con eso", comentó.
La pasión por este tipo de arte comenzó cuando el jugador tenía 14 años y vino de la mano de su pasión por un grupo musical: "Empecé a los 14 años con un tatuaje de Red Hot Chili Peppers, era un niño. Así que desde entonces sigo haciéndolos cada vez más grandes cada vez que me sucede algo importante", sentenció.