Manuel Pellegrini, el mismo que descendió con Universidad de Chile y que se fue del país sin ser muy extrañado, pese a los logros obtenidos con Universidad Católica, vive, en la actualidad, el momento más alto de su carrera. No sólo triunfa en la competitiva Liga Española, sino que en el mismísimo torneo continental, la Liga de Campeones, ni más ni menos.
Por eso, el reputado diario El país de España le dedica un artículo, titulado "El jeque es ahora Pellegrini", que no escatima en elogios para el nacional.
"'Si quiere presentarse a alcalde, sería alcalde'. No es la pretensión de Manuel Pellegrini, pero la frase, expresada desde las entrañas del propio Málaga, resume a las claras la importancia del entrenador en el club andaluz y su ascendencia sobre la afición de un equipo que es cuarto en la Liga, cuartofinalista de Copa y en octavos de Champions", sintetiza el medio.
Sin embargo, eso es sólo el principio. El periódico catapulta al adiestrador nacional a la figura de ídolo. "La Rosaleda canta cada semana “¡Manuel, Manuel Pellegrini!” y lo tiene endiosado, al mismo tiempo que los futbolistas reconocen fuera de micrófono su enorme implicación en los entrenamientos. Es donde más se deja ver Pellegrini, pues apenas pisa Málaga, donde su vida social es mínima", sostiene El País.
Es que el éxito del Málaga, de la mano del ingeniero, ha adquirido características épicas. Producto de la crisis financiera del club de Andalucía, el ex defensor de la Universidad de Chile fue el principal mediador entre los jugadores y el jeque catarí Abdullah ben Nasser Al Thani, convenciendo de quedarse a jugadores como Eliseu, momentos antes de que éste último subiera a un avión para fichar por equipo portugués del Benfica. "En el vuelo de vuelta (desde Grecia, donde los malaguistas consiguieron ante Panathinaikos la clasificación a la segunda fase de la Champions League) el míster habló conmigo y decidí quedarme”, confesó el jugador.
"Tras derrotar al Milan, el Madrid o el Zenit, vencer al Barça elevaría definitivamente a Pellegrini al altar del malaguismo", concluyó el diario El País.