El partido del Borussia Dortmund y el Paderborn por la Copa de Alemania estaba igualado sin goles, hasta que una insólita situación provocó que el cero se "rompiera".
El portero Roman Burki recibió la pelota de un compañero y fue presionado por un rival pero, en lugar de "reventar" el balón, quiso "gambetearlo", regalándole el gol.
Srdjan Lakic aprovechó el "obsequio" y puso el 1-0 para el Paderborn, en una de las jugadas que irá a todos los compactos de bloopers de fin de año.
No obstante, al parecer, esto sirvió de motivación para el Borussia Dortmund que no solo dio vuelta el marcador, sino que se llevó el triunfo por un contundente 7-1.