Han pasado casi cinco meses y si bien Luis Suárez habíaexpresado su arrepentimiento por el mordisco a Giorgio Chiellini en Brasil2014, que le significó una larga sanción, jamás había manifestado sussensaciones tras conocer la severa sanción de la FIFA.
"Me trataron como un criminal", afirma en 'Mivida, Luis Suárez', título de la autobiografía del ariete del Barcelona,revelando que no lloró en el mismo de conocer la noticia porque estaba delanteel seleccionador, Óscar Washington Tabárez.
A pesar de eso, el delantero del Barça reconoce que cometióun error: "Fue mi culpa. Era la tercera vez que me pasaba y necesitabaayuda, aunque fui un blanco fácil. Morder espanta a un montón de gente, pero esrelativamente inofensivo, al menos en los incidentes que protagonicé".
"Si hubiera habido una clausula de mordida en elcontrato con el Barça, hubiera firmado, pero no hubo tal desconfianza enmí", ha dicho.
COMPARACIÓN CON MIKE TYSON
Sobre el mismo tema, Suárez compara en su autobiografía susmordiscos con el más famoso de la historia del boxeo, el que propinó Mike Tysona Evander Holyfield en junio de 1997.
"Ninguna de mismordidas fue como la de Mike Tyson a Evander Holyfield, pero a eso nadie leimporta", recuerda Suárez, quien insiste en que alguna de sus agresionesfueron provocadas por algunos defensas.
SU RECIBIMIENTO EN BARCELONA
Además, en el libro expresa cómo fue el primer día en elvestuario del Barça, una vez levantada su sanción. Fue en el Trofeo Joan Gampery las palabras de Luis Enrique fueron las siguientes, según Suárez:"'FInalmente lo sacaron de Guantánamo para estar con nosotros'. Todosaplaudieron al prisionero liberado y traté de no ruborizarme".
SU “TRASPASO” AL ARSENAL
El charrúa cuenta además que fue Steven Gerrard el que leconvenció de no marcharse a los 'gunners': "Tuvo ojo clínico. Me dijo queme quedase y jugase bien en el Liverpool y que en el próximo ya vendría elBayern, el Madrid o el Barça. 'Vendrán a por ti porque tienes calidad parajugar en cualquiera', me dijo".
