El plantel de Universidad Católica, comandado por Mario Salas, destacó por la unión de grupo, la cual ha crecido con el correr de los partidos. "Somos una gran familia", fue lo que más repitieron los cruzados.
Según consigna El Mercurio, esto se fortaleció tras los momentos más difíciles que pasaron, como le eliminación de la Copa Sudamericana, la expulsión de Stefano Magnasco ante Audax Italiano y, de manera especial, la agresión verbal de Esteban Pavez a Diego Buonanotte sobre el accidente que tuvo el argentino con sus amigos en 2009.
"Acá pasaron varias cosas... Una, que en todas las canchas le gritaran lo mismo. Otra, que el equipo se unió todavía más y nos volvimos a comprometer para lograr el bicampeonato. Y tercero, que Pavez recibió el rechazo generalizado de todo el mundo del fútbol. Fue una especie de karma para él", explicaron desde el plantel.
Cuadrarse para defender a sus compañeros y también al técnico, fueron parte de las decisiones del grupo para sacar adelante al equipo en situaciones difíciles.
Pero no todo fue fútbol. Además, el plantel realizaba actividades posteriores a las prácticas, donde no existía la obligación de asistir, pero que terminaron por estrechar los lazos del grupo que terminó consiguiendo la hazaña del inédito bicampeonato.
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