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¿Hasta cuándo? Y varias preguntas más

Revisa la columna de Cecilia Lagos, periodista de 24 Horas Deportes, sobre el 'Urracazo'.

Alonso Sanchez

Jueves 7 de junio de 2012

Este nuevo lío de laSelección Chilena me cansa y me da pena. Me encantaría preguntarlea los jugadores cuál es su prioridad. ¿Realmente es su profesión?Estoy llegando a pensar que, para muchos, su profesión essimplemente un medio para obtener privilegios que los hacensituarse en una comodidad indolente, sin medir las consecuencias desus actos ni cómo estos perjudican al resto de sus compañeros ycuerpo técnico.

Gary Medel es un jugadorazo y todos lo sabemos. Esfundamental en el mediocampo defensivo de Chile. Por lo mismo, nonos sirve fuera del equipo. Lo necesitamos, porque además suausencia siempre se nota. Y teniendo su propio y nutrido historial,qué le costaba cuidarse.

El problema no es la salida a una disco ensí, hasta las cuatro de la mañana. El asunto es ¡saber cuándohacerlo! Porque irte de juerga cuando estás en el medio de unarecuperación por un desgarro lumbar que ya te dejó afuera de unpartido y con todo el cuerpo médico cuidándote para que trates devolver con urgencia al equipo, se ve muy mal y queda muy mal.

Porotro lado, Eduardo Vargas no ha jugado en toda la temporada enItalia y aún así Claudio Borghi lo convocó a la Selección. Entróante Bolivia en La Paz e hizo diferencia, jugó bien. ¿Tan difícilera irse a la casa y respetar el compromiso pactado con el DT antesde participar en la despedida de Diego Rivarola?

¿Cómo es posibleque se repita tantas veces el mismo error? Lo peor de todo es queesto sale una y otra vez al mundo y si a nosotros nos cuestaentender que nuestros jugadores no aprendan, la prensainternacional sencillamente no lo puede creer. Ninguna otraselección genera estos escándalos porque, o saben cómo ocultar biensus indisciplinas o simplemente son más responsables y se portanmejor. Punto.

Muchos culpan a Claudio Borghi por haberles dadopermiso y no concentrarlos la semana completa. Pero ¿por qué el DTde la selección tiene que estar cuidando y haciéndose cargo de losactos de sus dirigidos en sus horas libres? ¿Realmente Borghi debeser el chaperón de hombres de 24 y 22 años como Medel y Vargas,respectivamente? Para mí, no.

Podemos decir con razón que a esaedad todos somos "cabros chicos", seres humanos en pleno proceso demaduración, y que todos aprendemos a punta de errores y caídas,pero aquí hay algo esencial: Mientras nosotros tenemos el lujo de “embarrarla” anónimamente, los futbolistas viven sus deslices a lavista del mundo entero. El hecho de que ellos hayan decidido vivirde su talento deportivo y convertirse en estrellas del fútbol haceque cada error que cometan en su proceso de crecimiento personalesté expuesto de manera total ante el público, por lo tanto lológico sería que aprendieran a comportarse y pensaran tres vecesantes de arriesgarse a actuar descuidadamente. Pero no. Mil vecesno.

Gary, Eduardo Vargas, Valdivia, Beausejour y todos los demáscon historial díscolo en el fútbol chileno, eligieron esa vida ylamentablemente no asumen que, como toda elección, ésta conlleva laresponsabilidad de vivir como profesionales de un deporte que nosólo les trae sueldos millonarios, mujeres, fama y pérdida deprivacidad, sino también las más altas exigencias de rendimiento yresultados.

Nadie los obliga a jugar por la selección si losconvocan, pero si aceptan la distinción de ser considerados entrelos mejores de su país para representarlo internacionalmente,entonces que lo hagan con honor, responsabilidad y profesionalismo.No se trata de que vivan como monjes, pero ningún futbolista-juegue donde juegue, gane lo que gane, o tenga la capacidad derecuperación que tenga- puede pretender estar por encima de lascondiciones que regulan su trabajo. Mucho menos estar por encima dela confianza que le dan su técnico y el país entero, que espera vera su selección entregarse al máximo de sus capacidades y ganar… oal menos intentarlo hasta el final.