"El médico me dijo que tenía muy pocas posibilidades de vivir", ese es el relato de Byron Quezada, el hincha de la Universidad Católica que recibió un impacto de bala una vez finalizado el partido entre Colo Colo y la UC.
Ese 21 de abril no lo podrá olvidar nunca el joven aficionado.
Lo que comenzó como una expedición más hacia Pedreros pudo haber tenido un fatal desenlace. Los "cruzados" en la cancha ganaron por la cuenta mínima al "cacique" gracias al gol marcado por Hans Martínez.
Tras el encuentro salieron los hinchas albos y una hora después los de la UC, pese a esto, igual hubo incidentes callejeros.
Byron cuenta que caminaba al metro por la avenida Departamental junto a unos amigos cuando ven una pelea entre hinchas rivales.
"En el momento yo no sentí nada. Me dolía todo por dentro y ahí me toco con la mano y veo sangre. Me vi la polera manchada y ahí me di cuenta de que estaba baleado", recuerda el hincha de los de la precordillera.
Una bala fue la que entró en su estómago y un amigo, acompañado de un grupo de hinchas de la UC lo subieron a un auto: "Se me vino todo a la cabeza. Toda mi vida completa. Mi polola, mi familia", relata.
Esta angustia se vivió hasta que llegó al hospital Luis Tisne Brousse: "Ahí yo me acuerdo todo lo que pasó. Le pregunté al médico si iba a vivir y me dijo que tenía muy pocas posibilidades".
Su novia y madre le habían advertido que no asistiera a este compromiso deportivo, pero el joven quería volver al estadio —estuvo ausente por un tiempo— a alentar al club de sus amores.
El hincha se logró salvar ya que la hemorragia se detuvo, y los doctores pudieron identificar donde se alojaba la bala, aunque el proyectil, no ha podido ser sacado de su cuerpo —está en la cadera y el cuerpo— ya que corre riesgo de quedar invalido.