La Roja no pudo cerrar el 2014 de la manera deseada y cayó como local ante Uruguay por 2-1 en un ingrato partido.
El equipo de Jorge Sampaoli -quien perdió su primer compromiso como DT nacional en casa- dominó a los charrúas en casi todo el encuentro, pero pagó caro su falta de efectividad y las fallas en defensa.
Chile salió con todo desde el primer minuto y fue poco a poco sometiendo a su rival, mediante presión y despliegue.
Pese a que no creaba muchas ocasiones, el equipo de Jorge Sampaoli dominó a tal nivel que terminó consiguiendo la apertura de la cuenta por insistencia.
Alexis Sánchez, el mejor de la cancha, metió un espectacular cabezazo pegado al palo tras centro de Fabián Orellana a los 27’, poniéndole justicia al marcador.
A partir de allí se vieron los mejores pasajes de la Roja, que no le prestó la pelota a un Uruguay que solo parecía estar defendiendo el 1-0 en contra.
Y cuando parecía que el compromiso sería un trámite para el cuadro nacional, los charrúas se encontraron con el empate.
En el minuto final del primer tiempo, Diego Rolán cabeceó un tiro libre al borde del área y decretó una injusta paridad justo antes del descanso.
En la segunda mitad, Chile volvió a salir a arrollar a su rival y estuvo muy cerca de ponerse nuevamente al frente en el marcador a los 57’.
Ahí Fabián Orellana encaró por izquierda, estrelló la pelota en el palo y en el rebote Marcelo Díaz la mandó afuera inexplicablemente.
Poco a poco el cuadro nacional fue bajando la intensidad y el trámite se fue equilibrando, aunque siempre con la Roja como el equipo que propuso más y que siempre fue en busca de la victoria.
No obstante, a los 80', Chile pagó cara su falta de efectividad y luego de una falla entre Gonzalo Jara y Mauricio Isla, Álvaro González aprovechó para concretar el 2-1 para la visita dentro del área, marcando el silencio en el Monumental.
La Roja fue a buscar el empate desesperadamente con Alexis Sánchez como principal argumento, pero lo cierto es que siempre la profundidad fue un problema para los nacionales, a los que les costó derribar el muro celeste.
Es así como Chile se despidió de 2014 mostrando un buen juego, pero con una amarga derrota que servirá como lección para lo que será la Copa América del próximo año.