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El oro no es una utopía

A pocas horas para las finales de suelo y salto, analizamos las reales posibilidades del mejor gimnasta chileno.

Javiera Salinas

Viernes 3 de agosto de 2012

Las expectativas son altas y Tomás González lo sabe. Día a día entrena de cara a las finales de suelo y salto que tendrá entre el domingo y el lunes. Ensaya repitiendo movimientos, afina su rutina y mantiene la concentración para hacer realidad lo que ha calificado como su "sueño olímpico".

Las actuaciones que tuvo en la ronda de clasificación auguran la pelea por el podio y sólo la mejora en pequeños detalles podrían darle a Chile las primeras preseas de estos Juegos de Londres 2012.

Así lo afirma la profesora de educación física, entrenadora de gimnasia artística y jueza internacional hace 20 años, Claudia Perelman, hoy comentarista de TVN en Londres. Al revisar paso a paso el desempeño del deportista las opciones reales son prometedoras.

"En salto la apuesta es medalla", dijo Perelman.

Fue en esa disciplina que González clasificó tercero con una ejecución casi perfecta de uno de los movimientos más complicados: Tsukahara con doble mortal carpado.

"El problema con este salto es que él no ve la caída, el aterrizaje. Se encuentra con el piso en el momento que cae y debe hacer un cálculo perfecto", explicó la comentarista.

Es en el segundo salto que realizó donde debe afinar su caída para no perder la línea de centro de la colchoneta y el podio, el oro, se ve cada vez más cerca.

"González tiene un valor de partida superior al resto, sólo basta con que caiga de pie", agregó.

 

En suelo las opciones son algo menores, pero también puede hacer una gran presentación que lo lleve a un bronce. En esa prueba clasificó sexto y tiene más trabajo que hacer.

"Tiene una buena ejecución, pero debe caer sin moverse. Si él mejora esos pequeños detalles, pequeños descuentos que se van sumando (...) y finalmente se convierten en 0,6 (puntos menos), él podría estar peleando podio, es decir, el tercer lugar", dijo Perelman.

Y para eso trabaja Tomás, que en Londres pretende no sólo darle medallas a su país, sino cumplir el sueño que lo ha motivado durante años a superar diversos obstáculos para ser el mejor gimnasta chileno de todos los tiempos.