El convenio entre el grupo BMW y el Comité Olímpico Internacional (COI) ha llamado la atención por el prototipo generado para ayudar al desarrollo más ágil de las competencias.
En cada prueba de atletismo entra a la cancha un pequeño Mini Cooper eléctrico, hecho a escala, para trasladar el equipamiento deportivo y disminuir el tiempo de espera entre participaciones.
Los autitos respetan el modelo tradicional del vehículo, están pintados con azul y naranjo, además del logo de la cita olímpica. Tienen un peso de 25 kilos y funcionan con propulsión a batería, que genera 10 caballos de fuerza y le permite funcionar por 35 minutos continuos.
Además, los neumáticos tienen clavos de plástico duro para moverse por el pasto y la pista sin dañar las superficies.
Son tres los prototipos que se turnan para cubrir un total de 6.000 metros por día en turnos de cuatro horas, para trasladar hasta ocho kilos entre jabalinas, martillos, discos y balas en las pruebas de atletismo.