Los golpes, luces y gritos de los fanáticos de la WWE desaparecieron por un minuto para rendir un homenaje a las víctimas tras el atentado en París que conmocionó al mundo y que cobró 129 vidas, entre ellas, tres chilenos.
Resulta impactante el completo silencio que se sintió en el recinto que albergaba a miles de fanáticos de la lucha libre.