Los Ángeles Lakers (44 victorias-37 derrotas) no cuentan en la cancha con Kobe Bryant, pero el astro sí está con el equipo fuera de ella.
El talentoso jugador sufrió la semana pasada un desgarro en el tendón de Aquiles que le hizo terminar anticipadamente la temporada -y tal vez su carrera deportiva-, pero se encarga de estar arengando a sus compañeros, sobre todo en la instancia definitiva que vive su equipo.
Los "Púrpura Oro" no pueden bajar los brazos y deben salir a pelear la clasificación: están en la octava posición de la Conferencia Oeste -la última que da un puesto para jugar la postemporada-, pero con la seria posibilidad de quedar en la séptima ubicación en caso de que venzan a los Houston Rockets (45-36), que vienen de perder ante los Phoenix Suns (25-56) por 119-112.
Los Lakers llegan inspirados a este compromiso con una gran racha de haber vencido en los siete de los últimos ocho partidos que han disputado.
En caso de ganar y clasificar a la postemporada, el equipo lagunero se estaría midiendo ante San Antonio Spurs (58-23), considerados más asequibles que los intratables Oklahoma City Thunder (60-21) de Kevin Durant, Russell Westbrook y Serge Ibaka.
Sin embargo, los angelinos deberán estar atentos y jugar a fondo contra los texanos este miércoles, ya que lo mismo podrían quedar séptimos en su conferencia que quedar fuera de los playoffs, ya que Utah Jazz (43-38) les pisa los talones y se la juegan a todo o nada ante los Grizzlies de Memphis (55-26).
Un gran momento para que Marc Gasol eche una mano a su hermano Pau para que los multicampeones Lakers sigan vivos en la NBA.