Hay momentos de exhibición en muchos deportes y son especialmente hechos para que la gente disfrute.
En ese contexto, este fin de semana se realizó el All-Star Game de la NBA, el partido entre el Este y el Oeste donde van los mejores de la liga.
Un tema aparte son las espectaculares clavadas, una jugada que puede cambiar un partido. Una proeza física que desafía las leyes de la física y que en el torneo estadounidense es pan de cada día.
Durante el evento se realizó el tradicional concurso de clavadas, donde triunfó por segundo año consecutivo el jugador de los Minnesota Timberwolves, Zack LaVine.
El juego además representó la despedida de Kobe Bryant.