Hasta los mejores están expuestos a cometer, muy esporádicamente, errores infantiles, algo que bien sabe Novak Djokovic.
El número uno del mundo venció sin problemas a Gilles Müller por la segunda ronda de Roland Garros por 6-1, 6-4 y 6-4, pero perdió uno de los puntos más insólitos de su carrera.
Sacando 15-30 con el marcador 4-1 a su favor en el tercer set, su rival respondió su servicio, pero la devolución iba claramente larga.
Al percatarse de eso, Djokovic esperó que la pelota saliera, pero se apresuró al cortar el punto y lo hizo antes que ésta tocara el suelo.
El punto, claramente, fue para Müller, mientras que el serbio quedó con una cara que lo decía todo: