El manoseado término del "recambio del tenis chileno" parece quedar definitivamente en el olvido. Christian Garín ya no es más la promesa del tenis nacional. Es derechamente el presente y futuro que tiene el país.
Este sábado, el joven tenista de 17 años se quedó con el título de Roland Garros Junior, logro que no hace más que seguir confirmando que él será el referente del tenis nacional.
En Santiago, sus padres y su pequeño hermano valoraron su triunfo y lo tomaron como una retribución a tantos años de esfuerzo.
"Felices del logro del logro obtenido hoy por Christian. Es realmente una retribución a todo el trabajo que él ha realizado durante todos estos años", analizó Sergio Garín, su padre.
"Este es un logro de su equipo. Él se preparó para este torneo y dijo que iba a ir por el trofeo y lo consiguió y estamos muy felices y orgullosos de lo que él hizo. Lo hizo por su país", completó su madre Ana Medone.
Uno que no se quería quedar sin dar declaraciones fue su pequeño hermano Sebastián, quien también ya se ha iniciado en el mundo tenístico.
"Me sentí muy feliz porque es primera vez que se lo gana. Cuando me ven jugar, todos dicen que voy a ser mejor que mi hermano cuando sea grande", finalizó.