La final de Roland Garros entre Nadal y Ferrer debió detenerse durante unos minutos en el segundo set, cuando un hombre sin camisa, con máscara y una bengala encendida, saltó a la arcilla de la pista central Philippe Chatrier.
Se trataría de un manifestante y activista en contra la adopción de niños por parte del matrimonio homosexual, ley aprobada recientemente en Francia.
En su cuerpo llevaba escrito un mensaje en el que se leía "Francia pisotea los derechos de los niños".
La rápida reacción de la seguridad del torneo evitó que esta situación imprevista tuviera más relevancia. A pesar del susto, Nadal y Ferrer continuaron el encuentro sin problemas.
También debieron contener a un grupo de hombres que, de la misma manera, intentaron desplegar un mensaje en contra del presidente francés, François Hollande, al que acusaban de ser el responsable de acabar con los derechos de los niños en el país.
El mallorquín se paseó ante David Ferrer, al que venció con comodidad en tres sets, por 6-3, 6-2 y 6-3, obteniendo su octavo título en París.
