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José Rojas sobre su presente: "Basta, soy el capitán de la U"

El defensor asegura que no ha hablado con Figueroa pero espera tener una conversación con él. Además calificó de negligencia el actuar del cuerpo médico de los azules.

Camilo Bravo

Lunes 23 de septiembre de 2013

"Soy la persona que soy y a veces por ser tan bueno te pasan este tipo de cosas".

José Rojas habló con 24Horas sobre el complicado presente que vive en la Universidad de Chile. El seleccionado nacional no pudo estar con la Roja —porque se le aplicó un medicamento prohibido por la FIFA— y este fin de semana Marco Antonio Figueroa no lo citó para el duelo ante Audax Italiano.

"Ya es momento de decir basta, soy el capitán de la U. Por esta razón no quiero que me pasen a llevar nunca más", señaló en conversación con el periodista Jorge Urzúa.

El jugador reconoció que aún no ha tenido ninguna conversación con el estratega pero espera que llegue el momento para aclarar su decisión: "Marco todavía no me ha dicho nada. Yo creo que va a llegar el momento en que nos tendremos que sentar a conversar con toda la confianza , como yo se la he entregado a él. Me gusta que me digan las cosas a la cara", añade.

"Capitán no me eligió un técnico, no me eligieron los dirigentes, fueron mis compañeros"

El defensor descartó que haya perdido la confianza del estratega por un tuit que publicó su esposa tras el partido ante Lanús en Argentina, y argumentó que la capitanía en los azules se la entregó el equipo.  

"A mí el hecho de ser capitán no me eligió un técnico, no me eligieron los dirigentes, fueron mis compañeros", agrega.

El zaguero tuvo palabras para su liberación de la Selección Chilena. En el cuerpo médico de la U aseguran que se adoptaron todas las precauciones en el tratamiento del lumbago y que se le inyectó una sustancia dopante de manera local y no intramuscular.

"Fue en el glúteo. Muchos médicos me decían que estuvo bien inyectado en el glúteo, otros decían que debería haber sido en la zona lumbar. Fueron muchas cosas o versiones que se empezaron a decir y quedé al medio. No sé cuál es la verdad", reflexiona.

En caso de que el jugador hubiese sido inyectado de manera intramuscular, el medicamento demoraría a lo menos tres semanas en ser eliminado del cuerpo, es decir, si le hacían un control antidoping, Rojas, estaría castigado por dos años.

"Se podría llamar negligencia y me tocó vivirla a mí. Son cosas que van marcando la vida del futbolista", añade y agrega que él no pidió en ningún momento "la cabeza del médico”, ni que jamás ha hecho una reclamo formal para recibir una indemnización.