El carácter de Marco Antonio Figueroa es conocido.
Sin embargo, en un principio al mando de Universidad de Chile estaba más bien reprimido. Eso hasta que el pasado miércoles después del pobre empate cosechado en el partido de ida de la segunda fase de la Copa Sudamericana ante el desconocido Independiente del Valle, mostrara su habitual comportamiento.
A través de las pantallas de la cadena Fox Sport, el "Fantasma" increpó duramente al relator Fernando Solabarrieta, acusándolo de ser "un mal tipo" y de ayudar a sus amigos, a lo que el periodista respondió que el polémico entrenador siempre había tenido compromisos con la llegada de jugadores a los clubes donde dirigió.
Pues bien, la polémica se desató y los hechos comenzaron a salir a la luz. Una publicación de la edición impresa del diario El Mercurio de este viernes relata las historias que complican a Figueroa.
Sucede que el actual adiestrador azul habría estado ligado siempre a la llegada de jugadores que tienen vinculación con Mariano Gastó, precisamente, el representante de Figueroa.
Mauricio Castillo, vicepresidente de Cobreloa, asegura que a El Mercurio que "aunque le dijimos que no lo hiciera, trajo cinco jugadores de Gastó".
Por su parte, cuando estuvo a Everton de Viña del Mar, la historia fue muy similar: insistió en que se contratara al argentino Santiago Bianchi, quien finalmente no pasó los exámenes médicos.
La historia no termina ahí: a una semana del inicio del torneo, el "Fantasma" —según relata la crónica del diario nacional— amenazó con renunciar si es que no llegaba, Finalmente Bianchi llegó y resultó ser un "fiasco".
En su periplo por Universidad Católica la tendencia se mantuvo. Es más, según trascendió, su tormentosa salida del elenco precordillerano se debió a esta vinculación con la llegada de jugadores.
Una fuente de los "cruzados" citada por el diario El Mercurio cuenta que "hubo episodios que fueron convenciéndonos de cómo actúa Figueroa. Él, por ejemplo, insistió en la llegada del paraguayo Gilberto Palacios pese a que manejábamos mejores alternativas. Fue un fracaso. Luego trató de que le contratáramos a un par de ecuatorianos desconocidos y se negó a la llegada del uruguayo Santiago Silva".
"Cuando detectamos que sus preferencias estaban ligadas a lo que podía traerle Mariano Gastó, impedimos que siguiera con eso. Necesitábamos un zaguero y él quería a un argentino. Trajimos a Waldo Ponce y se indignó. Ahí nos dimos cuenta de su dudoso manejo y así no podía seguir", comenta la misma fuente.
Otro de los problemas que ha tenido el "Fantasma" ha sido a la hora de firmar el finiquito de salida de los clubes. En Cobreloa, por ejemplo, puso problemas para sellar su salida. Incluso demandó al club, situación por la cual tuvo que interceder la ANFP.
Habrá que esperar para conocer cuál será la reacción de Marco Antonio Figueroa a todo este revuelo formado por su incapacidad para controlar su temperamento.