Las acreencias bancarias sujetas a caducidad fueron informadas hace semanas, pero al parecer todavía son pocos los interesados en reclamarlas.
Los vales vistas, cheques, depósitos a plazo y otros documentos que entraron este año en plazo de caducidad, y cuya nómina de titulares fue informada a mediados de mayo por la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF), siguen “olvidados”.
24Horas.cl recopiló información del número de cobros hechos en tres de los mayores bancos del país, y sorpresivamente de los miles de documentos disponibles, apenas se han reclamado unos cientos.
La SBIF informó que este año eran más de 40 mil las acreencias que no habían sido reclamadas por sus beneficiarios. En dinero, los documentos representan más de 28 mil millones de pesos.
Según cifras entregadas por el Banco Santander a 24Horas.cl, entre abril y mayo los pagos de acreencias sujetas a caducidad alcanzaron apenas a 993, muy lejos de las 5.196 acreencias informadas para este año.
En dicha entidad, el total de los pagos por acreencias superarían los mil millones de pesos.
En BancoEstado señalaron a este medio que contabilizan 67.373 beneficiarios de un total de $5.843.952.731 olvidados. Estos incluyen las 3.697 acreencias informadas este año y las de años anteriores que aún están a tiempo de ser cobradas.
Banco Chile, en tanto, informó que al cierre de mayo habían un total de 10.947 pagos realizados a beneficiarios de acreencias.
Las acreencias bancarias tienen un plazo de tres años para ser cobradas que corre desde el momento en que son informadas en el Diario Oficial (marzo de cada año). En caso de no ser cobradas estas pasarán a las arcas fiscales, es por eso que aún puedes cobrar el dinero olvidado de años anteriores.
¿CÓMO COBRAR EL DINERO?
Cada titular puede realizar los trámites o puede asesorarse jurídicamente para ello.
Si la acreencia es -por ejemplo- un vale vista que está nominativo, basta que el titular vaya al banco que informó la acreencia y con su cédula de identidad cobre los fondos por ventanilla.
Cuando la acreencia no está en su poder, deberá seguir un proceso en tribunales para recuperar el título y hacer exigible el dinero. En dichos casos sí puede ser necesario asesorarse por un abogado.
Dado que la información sobre las acreencias bancarias es de acceso público existen abogados que la consultan directamente en los bancos con meses de anticipación. Lo hacen para luego llamar o enviar cartas a las personas de los listados ofreciéndoles ayuda para regularizar esos bienes con un costo que podría bordear el 20% del monto rescatado.
Sin embargo, es importante tener presente que sólo para algunas acreencias se requiere asistencia jurídica. En la mayoría de los casos el propio titular puede realizar el trámite de manera sencilla y sin pagos asociados.
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