El Gobierno de Argentina decidió retirar este miércoles a la aerolínea chilena LAN del servicio de mangas en los aeropuertos transandinos, en una decisión motivada, según se hizo público, por supuestos impagos.
Según explica el diario La Nación, María Cecilia García, la interventora en Intercargo (empresa estatal que se dedica casi monopólicamente a la atención en tierra de los aviones que llegan al país), envió una nota a las autoridades de Aeropuertos Argentina 2000, concesionaria de la mayoría de las terminales del país, indicando que por "diversos y sucesivos incumplimientos de pago por parte de las compañías aéreas integrantes del Grupo LAN se ha resuelto suspender el servicio de contacto de mangas a partir del miércoles 27 de marzo a partir de las 12 y hasta nuevo aviso".
El rotativo bonaerense aseguró que la filial local de LAN rechazó por completo las acusaciones y vincularon la decisión al entorno del poderoso viceministro de Economía, Axel Kicillof, protegido de la presidenta Cristina Fernández y embarcado desde 2010 en un plan para perjudicar a la compañía chilena y favorecer a Aerolíneas Argentinas.
Hasta ahora, esa ofensiva habría costado a LAN "el servicio de mangas, la denegación de nuevas rutas, la negativa a matricular más aviones en el país y mudar parte de sus vuelos de Aeroparque a Ezeiza", según explica La Nación.
Fuentes de la industria aseguraron al diario que el desencuentro llegó después de que Intercargo intentara forzar a LAN a que aceptara un encarecimiento cercano al 55% de un acuerdo firmado el año pasado (con vigencia hasta marzo de 2014) para explotar todos los servicios de handling, que comprende la manipulación de maletas, prestaciones técnicas a las aeronaves y el manejo de las mangas telescópicas.
Así, del pago comprometido de US$ 32,4 millones anuales, la empresa argentina pretendía pasar a uno cercano a los US$ 50 millones, situación a la que se negó LAN, acudiendo incluso a los tribunales en un caso que no se verá hasta el próximo 14 de abril.
La consecuencia inmediata de esta medida es que los miles de viajeros que están viajando en LAN a Argentina ya no podrán usar las cómodas mangas y deberán llegar desde el avión a la terminal en vehículos de embarque remoto (ómnibus), como ocurre en Aeroparque, lo que acarrea demoras y perjuicios propios de una prestación más incómoda, según el diario.