El nuevo y sofisticado avión comercial Dreamliner 787 de Boeing será sometido a una revisión de sus sistemas centrales que estará a cargo de los reguladores, anunció el viernes el Departamento de Transporte de Estados Unidos, luego de que la nave presentó una serie de problemas en las últimas semanas.
La revisión de la aeronave incluirá el diseño, la fabricación y el ensamblaje, así como una unidad de baterías que se incendió el lunes en un Dreamliner 787 desocupado que estaba estacionado en el aeropuerto de Boston.
En dos episodios que se suman a la serie de incidentes que han puesto en jaque la confianza en el Dreamliner, el avión de pasajeros sufrió el viernes la rotura de una ventanilla de la cabina de mando y una pérdida de combustible en vuelos separados en Japón.
El 787 es el avión más nuevo de Boeing y su máximo esfuerzo por revolucionar la aviación comercial mediante el uso de nueva tecnología para reducir el costo en combustible, al operar la nave al 20 por ciento.
Las aerolíneas están encantadas con este ahorro, y hasta el momento han brindado su aprobación al avión, a través de pedidos de más de 800 aeronaves y continuando con su apoyo a pesar de los problemas que ha presentado.
Pero Boeing ya superó por lejos el presupuesto y lleva más de tres años de atraso en su plan de lanzamiento de los aviones Dreamliner, por lo que cualquier gasto o problema adicional podría afectar significativamente las finanzas de la empresa.
La amplia revisión por parte de los funcionarios estadounidenses, incluida la Administración Federal de Aviación, podría generar un duro revés al avión más nuevo de Boeing, especialmente si lleva a un cambio costoso en su diseño.
Con todo, analistas han dicho que un problema en la fabricación o ensamblaje del avión probablemente sería solucionado con costos e interrupciones mínimos. La mayoría ha señalado que las complicaciones con la aeronave hasta el momento parecen estar dentro de esas categorías.
El viernes, All Nippon Airways (ANA) dijo en Japón que un vuelo doméstico desde Tokio aterrizó de manera segura en el aeropuerto de Matsuyama, en el oeste del país, luego de sufrir una rasgadura en una ventana de la cabina de mando, y agregó que el regreso del avión a la capital fue cancelado.
La misma aerolínea informó más tarde que halló una pérdida de combustible en un motor de un Dreamliner 787, después de que la nave aterrizara en el aeropuerto de Miyazaki, en el sur de Japón.
Una portavoz de ANA dijo que ese avión volvió a Tokio con cierta demora. Nadie resultó herido en ninguno de los incidentes.
Mientras el Boeing 787 entra en revisión, la empresa está atravesando complejas negociaciones laborales con su sindicato de ingenieros, que representa a los trabajadores que serían convocados para solucionar cualquier problema en el Dreamliner.
Ambas partes retomaron el miércoles las negociaciones, que se habían detenido en diciembre cuando mediadores federales se unieron a las sesiones. No hubo avances en los dos días de reunión esta semana y está previsto que el encuentro continúe el viernes.
Fuente: Agencia Reuters