En la incertidumbre sigue sumida Boeing por culpa de las fallas detectadas en su avión estrella, el Dreamliner 787.
Mientras todavía se investigan las causas de los problemas que no permiten volar a sus modelos, los inversionistas comienzan a calcular cuánto perderá la compañía.
En el peor escenario, se estima que la empresa deba amortizar unos US$ 5.000 millones en ingresos anticipados, como ha indicado en una nota a clientes el analista de Jefferies & Co, Howard Rubel.
Otros expertos son más optimistas y dicen que es probable que el costo sea mucho menos.
Las estimaciones dependerán exclusivamente de las investigaciones que se realizan en Estados Unidos y Japón para definir si las fallas son fáciles de solucionar o sea necesaria una revisión fundamental en el diseño.