Por distintas circunstancias las ventas inmobiliarias se encuentran en un proceso de desaceleración. En junio, cayeron en un 40 por ciento.
Uno de los desincentivos para el comprador es que los bancos se encuentran pidiendo el 20 por ciento de pie.
Además, las propiedades que antes costaban 3.000 UF ahora sus valores pueden llegar entre las 4.500 y 5.500 UF.
Ante el nuevo panorama, los especialistas recomiendan comprar en blanco, en verde y revisar las opciones que ofrecen las propiedades usadas.
Otra alternativa es la ayuda estatal, como el subsidio a la clase media que cubre viviendas hasta 2.200 UF, unos 57 millones de pesos.
Por parte de las inmobiliarias, las bajas ventas obligan a promocionar, habiendo algunas que ofrecen de regalo la línea blanca.