Los últimos informes en materia económica publicados a lo largo de esta semana no han sido demasiado optimistas para el crecimiento económico de nuestro país. La última institución en sumarse al carro era el Fondo Monetario Internacional.

El organismo presidido por Christine Lagarde anunció el martes que el PIB nacional crecerá un 2,3% este año y un 2,5% el siguiente, por debajo del 2,5% (2015) y el 3,1% (2016) estimados en julio de este mismo año.

Un día antes, el lunes, la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (Cepal) corregía sus proyecciones. Chile no crecerá un 2,5% este año, sino un 2,1%, según el organismo.

Estos números no pillaron por sorpresa a nuestros gobernantes. Ese mismo lunes, el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, reconoció que las finanzas nacionales avanzarán 2,25% frente al 2,5% esperado para este ejercicio. Mientras que el año que viene, el PIB se expandirá 2,75%.

La caída en el precio del cobre, por la desaceleración de China y el fin del 'superciclo de los commodities'; la volatilidad en los mercados financieros y el lento crecimiento de la economía global están tras el enfriamiento de nuestra economía, que tendrá consecuencias en los ciudadanos.

El conductor de 'Mirada Económica', Nicolás Vial, analiza el impacto en el bolsillo de los chilenos y recomienda estar atento con el endeudamiento.

Nuestro país no es el único que está sufriendo un menor crecimiento del esperado y deseado. La tendencia es mundial, según el último informe del FMI, que pronostica una menor expansión del PIB global. En 2014 creció un 3,4%; en 2015 avanzará un 3,1% y en 2016 se espera un 3,6%.

En relación a la región, Lagarde considera que "el riesgo de una recesión es mayor" que hace cinco años. La economía de América Latina se expandiría un 0,3% este año, frente al 0,5% previsto. Para 2016, el crecimiento será 0,8%, por debajo del 1,7% estimado en julio. Pesa, sobre todo, el deterioro de Brasil y el efecto de Venezuela.

VEA TAMBIÉN: