Luego que el economista jefe del Banco Mundial, Paul Romer, declarara al Wall Street Journal que el índice de competitividad "Doing Business" sufrió alteraciones no informadas que afectaron el desempeño de Chile en el ránking, numerosos miembros del Gobierno reaccionaron rechazando la situación y solicitando explicaciones al respecto.
El profesional pidió disculpas a Chile por los resultados "injustos y engañosos" del índice luego que se adaptaran las variables que se usan para su desarrollo y declaró su responsabilidad al respecto.
El ministro de Economía, Jorge Rodríguez, sin embargo, cuestionó los involucrados en el caso mencionando que "el jefe de la oficina que hacía este índice es chileno, según declara el señor Romer, y por lo tanto la sospecha que él mismo insinúa es de carácter político".
El secretario de Estado se refiere a Augusto López-Claros, quien entre 2011 y 2017 se desempeñó como director del Global Indicators Group, unidad del Banco Mundial que elaboraba el informe "Doing Business".
Antes de ocupar dicho cargo, López-Claros estuvo a la cabeza del Programa de Competitividad Global del Foro Económico Global. De acuerdo a la web que reveló el caso, The Wall Street Journal, el ex director del grupo responsable por el informe no respondió a sus peticiones de comentarios.
En Chile, Augusto López-Claros trabajó como profesor de la Universidad de Chile, de acuerdo a su página web.