Entre los muchos dramas que vive estos días España por culpa de la crisis, uno de los que más llama la atención es el del desempleo juvenil, por encima del 50%.
Miles de personas están abandonando el país en busca de mejores oportunidades laborales en otros países de Europa y América, principalmente.
En medio del apasionado debate existente sobre las medidas de estímulo que deben adoptarse para reactivar la economía, llaman mucho la atención los casos relacionados con "fugas de cerebros" evitables.
Y en los últimos días hay un caso que destaca por encima de todos.
Es el del gallego Diego Martínez Santos, quien a sus 30 años acaba de ser reconocido por la Sociedad Europea de Física (EPS) con el premio al mejor joven físico experimental de Europa por su participación en el experimento LHCb del Gran Colisionador de Hadrones (LHC).
Un galardón que le llegó justo el día en que día en que la Secretaría de Estado de Investigación, dependiente del Ministerio de Economía y Competitividad, le denegó la posibilidad de regresar a España a través del programa Ramón y Cajal alegando que su currículum no es lo suficientemente bueno, una decisión que ha generado una gran ola de indignación entre la ciudadanía, que ha ventilado en las redes sociales su irritación ante la sangría de talento que vive el país ibérico.
Santos trabaja en la actualidad en el Instituto de Física de Partículas de Holanda, el Nikhef, pero ya aseguró en una entrevista al diario La Voz de Galicia que "no me veo viviendo toda mi vida ni en Holanda ni en Ginebra. Me gustaría volver a Santiago de Compostela, y si no, a otro lugar de España, o incluso a Italia, un país menos frío".
Un nuevo caso, en fin, que pone en evidencia para muchos que hay muchas cosas no se están haciendo bien en España en el plano económico.