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Mayor discriminación laboral en Chile ocurre en ámbitos profesionales más calificados

Una experta en la materia aclara que la población laboral femenina y las personas de escasos recursos son quienes reciben mayor discriminación cuando se trata de buscar o permanecer en un trabajo.

Daniela Toro

Miércoles 20 de enero de 2016

Hace poco más de un mes, Nathan Lusting, emprendedor y socio fundador de la empresa de Capital Semilla Magma Partners, publicó una ácida columna en su blog titulada "Lo mejor que puede hacer un chileno es irse de Chile".

En la misiva, se refería a la discriminación y el clasismo que existe en nuestro país, lo poco que pesa la meritocracia respecto de otros factores como pertenecer a una élite conformada por personas de determinados colegios y con ciertos apellidos.

En ese contexto, la psicóloga y docente de la Escuela de Trabajo Social de la Universidad del Pacífico, Lorena Esquivel, explicó que desde el ámbito legal (Ley 20.609 del 2012) "se entiende por discriminación arbitraria toda distinción, exclusión o restricción que carezca de justificación razonable, efectuada por agentes del Estado o particulares, y que cause privación, perturbación o amenaza en el ejercicio legítimo de los derechos".

DISCRIMINACIÓN EN EL MERCADO LABORAL CHILENO

La experta señaló que frente a la discriminación en el ámbito laboral existen dos grandes áreas: la población laboral femenina y las personas de escasos recursos.

"La tendencia de mayor discriminación se encuentra en los ámbitos profesionales de mayor calificación, los que por lo general son de mayor ingreso. Las brechas de género, hombre y mujer, son a su vez mucho más significativas entre profesionales y no profesionales", indicó.

Un ejemplo de ello, un ingeniero o ingeniera, para un mismo trabajo, tiene honorarios distintos.

"Es más, ellas son asignadas a las áreas de Recursos Humanos y los hombres a las áreas de Finanzas y Gerenciales. Lo mismo ocurre con las diferencias en remuneraciones relacionadas con distintos orígenes sociale", comentó.

Al respecto, tomando en cuenta datos de la encuesta Casen 2009, la docente de la Universidad del Pacífico sostuvo que "la brecha de género entre ingresos promedio por hora de hombres y mujeres aumenta en la medida en que lo hace el nivel educacional".

Asimismo, mencionó que entre asalariados y asalariadas con educación universitaria y de postgrado supera el 35%, mientras que en el segmento con educación básica o primaria, solo alcanza al 13,9%.

La edad es otro factor que aún persiste a la hora de discriminación laboral. A quienes son muy jóvenes se les paga menos por tener menos experiencia.

¿HA SERVIDO LA LEY DE IGUALDAD SALARIAL?

En 2009 se promulgó la ley 20.348 de igualdad salarial, que sustenta un cuerpo legal en pro de la equidad de género en el mercado laboral, pero ¿ha servido?

"Si bien la ley es enfática en lo que se refiere al cumplimiento del principio de igualdad de remuneraciones entre hombres y mujeres que presten un mismo trabajo, también señala que no serán consideradas arbitrarias las diferencias objetivas en las remuneraciones que se funden en las capacidades, calificaciones, idoneidad, responsabilidad o productividad", dice la experta.

En ese sentido, es posible aplicar una doble lectura donde "podríamos entender que  frente al mismo trabajo se podrían fijar distintos salarios para hombres y mujeres sin que esto sea discriminatorio, argumentando la idoneidad, la capacidad, calificación, productividad o responsabilidad del cargo", aclaró Lorena Esquivel.

Foto: CDconsultores