El Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) ofició a Claro tras recibir una serie de reclamos por una eventual filtración de datos personales de los clientes desde su página web.
La empresa tiene un plazo de 10 días habiles para informar sobre la situación, cuántas personas pudieron verse afectadas, la cantidad de reclamos recibidos y también la política que posee sobre el tratamiento de datos personales y cómo se obtiene la autorización de los clientes para utilizarlos.
Sernac recordó que este tipo de casos está regulado por la Ley 19.628, normativa en la que se establece que los propietarios de los datos son las personas y no quienes los administran.
Por ende, cada consumidor debe saber acerca del uso de la información que entrega y ésta sólo debe ser utilizada para los fines establecidos entre la empresa y el cliente.
Además, el consentimiento para el tratamiento de datos personales debe ser expreso y puede ser revocado en cualquier momento.
Una situación similar a la de Claro vivió el Banco de Chile en julio del año pasado, cuando la institución bancaria envió cartolas de cuentas corrientes a personas que no eran sus titulares.
Tras reconocer su error, el banco desembolsó más de 1.300 millones de pesos en un plan de compensación que incluyó seguros para los afectados, monto mínimo por las molestias y compromiso a mejorar las medidas de seguridad.