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Patricio Bustos, el ex mirista que identifica desaparecidos

La tortura de la que fue objeto y cómo fue encontrado el cuerpo de Víctor Jara, algunas marcas del golpe que lleva el director del Servicio Médico Legal.

Elkjaer Lobos

Miércoles 31 de diciembre de 1969

"Mi 11 de septiembre fue doloroso y complicado".

Así empieza su relato el director del Servicio Médico Legal (SML), Patricio Bustos, quien en los años setenta fue parte del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), miliitancia que le costó ser detenido, torturado y posteriormente exiliado por la dictadura que hace 40 años llegaba al poder tras derrocar al Presidente Salvador Allende.

"El 11 de septiembre de 1973, en la Universidad de Concepción hubo un allanamiento masivo en el cual pude escapar y signíficó la detención de decenas de personas", señala Bustos.

Pero esta situación fue sólo el inicio de un largo sufrimiento que tuvo que enfrentar Bustos. Primero fue expulsado de la universidad donde cursaba Medicina y luego tuvo que entrar a la clandestinidad, estado en el que se mantuvo hasta 1975, cuando fue detenido.

Pero más allás de los apremios ilegítimos, lo que más recuerda el ex dirigente estudiantil es que fue torturado junto a Cecilia Bottai, la que se convirtió en su esposa y con quien abandonó el país tras ser forzado al exilio en 1976.

"Fui torturado por civiles y militares y luego fui llevado a la Clínica Santa Lucía que era un lugar de recuperación de los torturados, recibí tortura bajo control médico (...). Estuve en Villa Grimaldi y vía radio transmitiían la tortura a mi compañera (pareja) y a mis compañeros", recuerda Bustos.

Ese es el dolor que tiene Bustos quien, a 40 años del golpe de estado, trata de contribuir a la verdad y justicia desde el organismo que diriige.

Una muestra de esto ocurrirá el 14 de septiembre, cuando se entregue el cuerpo de José Enrique Del Canto Rodríguez, un joven de 17 años muerto en dictadura y quien se convertirá en el desparecido número 129 identificado por el SML.

José Enrique Del Canto Rodríguez.

Para llegar a casos como el del joven Del Canto, Bustos trabaja con una completa red forense integrada por mil funcionarios, entre peritos, administrativos y choferes.

Pero un trabajo especial es el que hace Marisol Intriago, quien lidera a 30 funcionarios que integran la Unidad Especial de Identificación Forense del SML. Esta instancia ha sido la responsable de trabajar en el accidente del CASA-212 en Juan Fernández, el incendio de la cárcel de San Miguel y casos emblemáticos de Derechos Humanos, como el Patio 29.

"En este laboratorio analizamos los cuerpos esqueletales. Eso consiste en una limpieza manual en seco y posteriormente se hace un inventario. Con esto, apuntamos a determinar las características del individuo o los individuos que vamos analizar", dice Intriago.

A continuación revisa las imágenes de cómo el Médico Legal pericia los desaparecidos. Atención porque pueden ser consideradas perturbadoras para algunas personas.

 

"ACÁ ENCONTRARON A VÍCTOR JARA"

En medio del relato entregado a 24horas.cl, Bustos recuerda un hecho poco conocido. Cómo un trabajador del Registro Civil identificó el cuerpo de Víctor Jara entre una pila de cadáveres ubicados el final de un pasillo.

"Cómo se muestra en la película Missing de Costa Gavras. Personas que han estado identificado en este período en este servicio, dicen que acá habían cadáveres apilados como aparecen en la película fue una realidad", afirma Bustos.

Patricio Bustos, el ex mirista que identifica desaparecidos

Patricio Bustos, el ex mirista que identifica desaparecidos

La tortura a la que fue objeto y cómo se encontró el cuerpo de Víctor Jara, son parte de los "secretos" revelados por el director del Servicio Médico Legal.

 

"SOY EL MISMO CIUDADANO DE ANTES"

Pese a estas vivencias , Bustos dice tener los mismos ideales que hace 40 años, cuando sus sueños terminaron de "golpe".

"Yo elegí comprometerme con las luchas populares. Fui del MIR en los años setenta, en los años ochenta estuve exiliado y en los noventa fui retornado. Hoy soy el mismo ciudadano de antes", afirma Bustos.

En ese sentido, resalta que cree en la educación pública y una nueva constitución.

"En el 73 había violencia verbal y física, pero nunca para que se llegara los niveles de tortura a los que se llegó. Tomar detenido a un joven de 24 años con su compañera, torturarlos, amarrarlo de pie y mano, colocarle electricidad y quemarlos con cigarros no tiene comparación. Eso le ocurrió a mis compañeros y eso le ocurrió a mí", destaca Bustos.