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Piñera y el golpe: "Hubo muchos que fueron cómplices pasivos”

El mandatario se refiere a la manera en que el Ejecutivo conmemorará la fecha y matiza declaraciones de Evelyn Matthei sobre el golpe de estado de 1973.

Erwin Acevedo

Miércoles 31 de diciembre de 1969

Repasando el contexto histórico y personal en el que estaba cuando ocurre el golpe de estado de 1973, el Presidente de la República, Sebastián Piñera, se refirió a los actos oficiales que está preparando su gobierno para conmemorar la fecha y a lo que implica una conmemoración como ésta, cuando todavía familias piden conocer toda la verdad sobre sus seres queridos muertos o desaparecidos, y otros justifican las acciones del régimen de facto que instaló Augusto Pinochet en La Moneda.

El mandatario había comenzado un posgrado en Harvard y en su habitación pudo conocer por televisión lo que ocurría en Chile. “Volví a mi departamento de estudiante y vi por televisión cosas que no podía creer: aviones de la FACh bombardeando La Moneda, los tanques paseando por las calles, patrullas militares con ametralladoras recorriendo la ciudad. Pensé que mi país se había vuelto loco e intuí de inmediato que la recuperación de la democracia sería difícil, larga y exigente”, recuerda el mandatario, quien agrega que “es malo olvidarlo, ignorarlo o pretender barrer bajo la alfombra todos los errores que se cometieron”.

El mandatario reiteró que La Moneda prepara "un acto republicano, sobrio, donde el presidente pueda hacer una reflexión lo más honesta, sincera y profunda sobre qué pasó y por qué. No con el propósito de reabrir las heridas y revivir odios y pasiones, sino para aprender de lo que ahí pasó y nunca más repetir los mismos errores".

Se le consultó al mandatario si en este contexto, “la derecha tiene que pedir perdón, como lo hizo Hernán Larraín”, a lo que responde que “el perdón es un tema personal”, un acto libre e individual, aunque reconoce responsabilidades institucionales, como “el atropello reiterado, permanente y sistemático de los derechos humanos por parte de agentes del Estado o la pérdida de libertad y la supresión de los derechos esenciales”.

“Pero si buscamos responsables de lo ocurrido durante el gobierno militar y, particularmente, de los atropellos a los derechos humanos y la dignidad de las personas, por supuesto que hay muchos. Por de pronto, las máximas autoridades del gobierno militar, que sabían o debían saber lo que estaba ocurriendo. Pero no solamente ellos. Hubo muchos que fueron cómplices pasivos: que sabían y no hicieron nada o no quisieron saber y tampoco hicieron nada. También hubo jueces que se dejaron someter y que negaron recursos de amparo que habrían permitido salvar tantas vidas. También periodistas, que titularon sabiendo que lo publicado no correspondía a la verdad”, agregó Sebastián Piñera en la entrevista concedida al diario La Tercera. A continuación un extracto.

¿Hay cómplices pasivos trabajando en su gobierno?

En este gobierno no hay ningún ministro ni ha habido ministro que haya sido ministro del gobierno militar.

Pero sí autoridades.

Sí, pero quiero decirlo con mucha claridad: el hecho de haber trabajado en el gobierno militar, de buena fe, con buena voluntad y el mejor interés por Chile, no constituye una descalificación ni prohibición para seguir ejerciendo cargos de servicio público. No creo que el día del juicio final queden a un lado los que fueron partidarios del gobierno militar y al otro lado, sus opositores. Pero sí creo que los que tenían las máximas responsabilidades del gobierno militar sabían o debían saber y, por lo tanto, debieron haber evitado lo que ocurrió en materia de derechos humanos y abusos.

¿No cree que un acto como el que organizan pone en problemas a su candidata?

Se trata de una conmemoración, de reconocer que el 11 de septiembre existió y que el país no puede ignorarlo. Y a este Mandatario le toca ser Presidente de todos los chilenos en momentos en que recordamos estos 40 años. Se trata de hacer un acto republicano, sobrio, donde el Presidente pueda hacer una reflexión lo más honesta, sincera y profunda sobre qué pasó y por qué. No con el propósito de reabrir las heridas y revivir odios y pasiones, sino todo lo contrario: aprender de lo que ahí pasó para nunca más repetir los mismos errores. Evidentemente, también haré una reflexión respecto de lo que pasó después del 11 y de los muchos errores que se cometieron. Desde ese punto de vista, vamos a invitar a las autoridades actuales y anteriores.

¿También a los candidatos?

Lo estamos pensando.

¿A la ex Presidenta Bachelet?

Posiblemente sí. Por mí, que vengan todos.

Haber votado por el No en el plebiscito del 88 es considerado por los analistas como uno de los elementos que ayudaron a su posicionamiento como candidato presidencial. ¿Considera un retroceso que ahora su sector sea representado por la hija de uno de los integrantes de la Junta de Gobierno y que apoyó el Sí?

No.

Pero no parece la mejor carta para conquistar el voto de centro.

En primer lugar, Evelyn Matthei es ella, con sus valores, sus principios y acciones, por las cuales tiene que asumir responsabilidad. No tiene por qué hacerse responsable de lo que hizo o no hizo su padre, tíos o abuelos. Pero es verdad, yo fui un tenaz opositor al gobierno de la Unidad Popular, porque pensaba que desde el punto de vista doctrinario atentaba contra valores esenciales, como la libertad y dignidad del ser humano. También fui opositor del gobierno militar desde el primer día, porque no me gustó la forma en que empezó. Para qué decir cuando empezamos a conocer los atropellos a los derechos humanos. Así que no es sólo que voté No en el 88. Voté No en el 78 y en el 80. Sin embargo, una cosa es recuperar la democracia, que era mi gran motivación, y otra muy distinta es qué quería para el futuro de mi país. Y por eso, cuando finalmente se recuperó la democracia, tomé el camino que todos conocen.

Que incluyó trabajar con quienes apoyaron el Sí.

Casi toda la centroderecha se inclinó en esa época por el Sí. Yo lo discutí mucho, porque sentía que era un profundo error. Extender el período militar por ocho años más era no entender que el país estaba preparado y necesitaba recuperar la democracia tanto como el aire que respiramos. Pero todos tenemos derecho a equivocarnos. No me importa que la gente cometa errores, lo que me preocupa es que después de tener más información y tiempo para razonar, insista en los mismos errores. Y estoy absolutamente convencido de que la inmensa mayoría de la centroderecha, si pudiese volver atrás, se la jugaría por recuperar la democracia por el camino más corto y directo posible que en ese momento era la opción No.

Entonces no debería haber ningún drama en reconocer el error.

Muchos lo han hecho.

Lo digo por la candidata.

No sé si Evelyn Matthei no lo ha dicho. Esta semana dijo algo distinto: que tenía 20 años en 1973 y no tenía de qué pedir perdón. La verdad, es un poco engañoso, porque no estamos hablando sólo de ese momento sino de todo lo que pasó después. Pero yo tengo la impresión, y se lo pueden preguntar a ella, que si pudiese, con toda la información de hoy, la inmensa mayoría de nuestro sector estaría con el camino del No.