Atrás quedaron esos días de descanso, en que sólo pensábamos en tomar sol, chapotear en el agua y qué comida rica comeríamos en un rato más. Es el azúcar, las frituras y el exceso de sodio en horarios dispersos lo que termina por regalarnos varios kilitos de más durante el verano. ¿Cómo bajarlos?