Con morfina y sangre fría fue que sobrevivió un constructor en Sydney (Australia).

Kieran Dodge, de 19 años, protagonizó un impactante accidente laboral mientras manejaba una retroexcavadora en una obra de construcción.

Mientras se encontraba removiendo escombros, la máquina sufrió un desperfecto y uno de los tubos de fierro saltó y terminó en plena frente del joven.

"Se trató de una barra de 16 milímetros", explicó uno de los compañeros de Dodge a los medios australianos.

Pese al dolor, el joven mantuvo su compostura y evitó mover el fierro, mientras sus colegas de inmediato llamaron a una ambulancia.

Personal de emergencia llegó al lugar, le dio morfina y trabajaron para sacarlo de la retroexcavadora y trasladarlo al hospital.

"Hicieron todo correctamente. Lo mantuvieron en el sitio, en calma y nos llamaron de inmediato", señaló el conductor del vehículo de urgencia, Mark Hayes, quien felicitó a los hombres por no tratar de quitar la barra.

El impactante accidente no tuvo mayores consecuencias y Dodge se encuentra internado en condición estable.