Miles de chilenos dejarían el "sueño americano" debido a la dura política antimigratoria del Presidente Donald Trump, la que mantiene en jaque la residencia de los latinos en esas tierras.
Los latinos han mostrado su molestia con la gestión del mandatario norteamericano, afectando también a compatriotas que han permanecido por años, e incluso décadas, construyendo su vida en este país.
Claudia Olea, quien lleva once años en Washington, fundó una pastelería en la que aprovecha de mostrar su cultura con la venta de empanadas y berlines horneados. Su local es punto de encuentro de chilenos.
¿Pero qué es ser un 'dreamer'? Lissette Candia relató que llegó a tierras americanas traída por sus padres cuando tenía apenas seis años y hoy ya tiene 23. "Somos la representación de todo lo que querían nuestros padres para nosotros cuando nos trajeron a este país. Somos el sueño americano", sostuvo.
Así, ser un 'dreamer' significa no haber nacido en Estados Unidos, pero sí permanecer casi toda su vida en este país.
Lissette se graduó con honores de Harvard y hoy trabaja en Wall Street, mientras decide si la universidad de Columbia será su alma máter para estudiar la carrera de Derecho.
Recordemos que el ex presidente Barack Obama regularizó la situación de los 'dreamer' en 2012, en un programa llamado "Acción para los llegados en la infancia", alejándolos de la sombra de la deportación.
"Podíamos trabajar, nos dieron permiso de trabajo, licencia de conducir, seguro social. La mayoría de nosotros hemos vivido toda nuestra vida en este país, es lo único que conocemos, alguna gente se vino cuando era bebé, no se acuerda de Chile", dijo.
Sin embargo, Trump derogó este beneficio, concretando su promesa de campaña. Para estos efectos, dio un plazo de seis meses para que el Congreso busque una salida, fecha que se cumple el 5 de octubre.
Lissette detalló que le da mucho miedo ser deportada, al igual que el futuro que corra su familia.
Actualmente se registran cerca de 100 mil chilenos en Estados Unidos, por lo que la embajada está reuniendo los datos para saber cuántos serían 'dreamers'. La última oportunidad que tienen los compatriotas es que el Congreso americano apruebe una ley que los proteja.