Discrepancias entre la milicia extremista Al Shabab y el Gobierno de Kenia fueron expuestas este miércoles a través de las redes sociales.
Según publicó el grupo terrorista somalí, fueron 137 rehenes los que fallecieron en el asalto al centro comercial Westgate en Nairobi, y no 61 como informó el presidente africano, Uhuru Kenyatta.
La milicia reportó, además, que las fuerzas de seguridad utilizaron armas químicas en su contra.
"Tras fracasar en vencer a los muyahidín, dentro del centro comercial, el Gobierno keniano diseminó gases químicos para finalizar con el asedio", explicaron en su cuenta de twitter.
Al Shabab detalló, además, que durante la ofensiva militar keniata comenzaron a demoler el edifico y, eso, provocó que las pruebas del ataque y el cuerpo de varios rehenes quedaran enterrados bajo los escombros.
Como resultado del enfrentamiento, según el Gobierno, 61 civiles murieron, además, de seis efectivos que perdieron la vida.
Hasta el momento se han detenido a once presuntos responsables de los ataques, entre ellos, un ciudadano británico.