Los ciudadanos argentinos podrían pasar hasta cuatro meses más sin electricidad debido a los daños técnicos causados durante la histórica ola de calor que afectó al país durante diciembre y parte de enero.
Expertos consultados por el diario El Clarín, indicaron a dicho medio que "el sistema eléctrico de la región metropolitana se ha vuelto precario, inseguro y escasamente confiable".
Debido a la sobreexigencia del sistema eléctrico y redes de distribución de la Capital Federal y Gran Buenos Aires, serán cuatro meses de intenso trabajo para intentar reemplazar los cables quemados, reparar las subestaciones y los transformadores en mal estado.
Para minimizar -en parte- el impacto, las empresas irán rotando los barrios en los que se realicen reparaciones, por lo que se estima que entre 30 mil y 40 mil hogares quedarán sin luz por día.
El balance realizado por los especialistas consultados, destaca los factores que incidieron directamente en el colapso del servicio. La ola de calor que tomó por sorpresa a las distribuidoras metropolitanas, sumado a la alta demanda de electricidad que provocaron variaciones en la tensión del suministro, fueron claves en el colapso.
Se presume que en invierno podrían regresar los problemas debido al alto consumo energético por el uso de calefactores eléctricos.